28 de julio de 2015

Dejando Huella

Relato publicado por el periódico "La Voz De Galicia" en agosto del 2014 dentro de la "15ª edición Relatos de Verán"


Aunque algunos me lo discuten, para mi esta es la mejor hora para pasear por esta playa, no se me ocurre nada parecido a la sensación de caminar sobre esta arena blanca. Pero últimamente me estoy encontrando con mas, y más obstáculos, ayer fue un pañal, el otro día unas latas de algo, hace días algo que parecido a un sofá, y raro es el día que diez o quince botellas, todo esto pone muy peligroso el paseo a esta hora de la noche. Hace unos días un compañero se cortó y desde entonces va a caminar por la zona de la torre, la zona está bastante bien pero para mí le faltan dos cosas: una es poder ver el reflejo de la bola del cielo en el mar (si, es verdad que por la torre también se puede ver, pero es más peligroso por el tema de las rocas) y la más importante poder ir por la orilla esquivando las olas y ser el primero en dejar sus huellas en la arena mojada. Qué pena que la otra noche nadie me viese, intenté caminar hacia  atrás, quería que coincidieran la huellas como si escapara de la escena de un crimen ¿por dónde salió? se preguntarían, si solo hay huellas en un sentido, bueno y la huella del culo, porque la culada que me di fue buena, es verdad que me dolió un poco, pero me hizo sentir más joven que nunca. 
Ya se está haciendo de día y creo que me tengo que ir, ya viene el tipo de la máquina amarilla.
- que sí, que ya me voy, deja de dar golpecitos  a tu muñeca, ya tenias que saber que los perros no llevamos reloj.
Con que estrés trabajan algunos, me voy pero mañana volveré a ser el primero en dejar huellas.


13 de julio de 2015

Sensación de culpa

Se nota que ya llego el verano, no hay nada como el calor para que te apetezca salir a dar un paseo, yo tengo la suerte de que cerca de casa esta el paseo marítimo y fue allí donde alguien me saludo, al principio no lo reconocí, pero una vez me hablo lo reconocí, era Carlos. Hacia mas de dos años que no veía a Carlos, y la verdad lo encontré viejo y desmejorado, ¿y tu por aquí? pregunte, vengo de la mutua de recoger el parte de baja, me dijo, ¿pero que te paso? pregunte mientras miraba para el portal que el me señalaba con un dedo y que ponía MUTUA en la fachada, estoy jodido de un brazo, y después de decirme esto y aprovechando que ninguno de los dos teníamos prisa, decidió desahogarse conmigo como en los viejos tiempos. Hace dos semanas, así comenzó Carlos su relato, me di un golpe con una maquina de esas que embalan solas, al principio no le di importancia, pero según iban pasando las horas el hombro me dolía mas. Ya por la tarde al salir del trabajo me acerque hasta un hospital, allí me miraron y viendo que mi vida no corría peligro me avisaron, "al ser accidente de trabajo tiene usted que ir a su mutua, nosotros lo miramos pero le pasaremos la factura", decidí que me sacaran el dolor y después ya iría mas tranquilo a la mutua. Después de localizar el nombre de la mutua allá me fui. Al llegar vi en la puerta un cartel con el horario de visita, hacia una hora que había cerrado, y debajo una dirección para urgencias, coincidencia, la dirección era del hospital de donde venia, en resumen, que uno le pasa la pelota al otro y el otro al uno. Ya por la mañana llame al trabajo diciéndoles que tardaría ya que la mutua no abre hasta las nueve de la mañana, ¿pero que te pasa? me pregunto el de la oficina, se lo conté y el me dijo que eso no era nada, que a el le tiene pasado jugando al pádel y que un paracetamol y listo. Esta bien el remedio, pero ni yo juego al pádel, ni trabajo sentado al teléfono, me di un golpe que me saco el hombro del sitio mientras manipulaba una maquina que embala palets de 200 kilos, y un paracetamol me dice, ayer me inyectaron un calmante que no me saco el dolor del todo, un paracetamol te metía yo por el, bueno, sigamos por donde lo deje. Una vez que lo exploraron en la mutua decidieron darme la baja, medicación y una revisión en quince días, en esos días, me dijo el doctor que descansara, no cogiera cargas pesadas y procurara estar lo mas tranquilo posible, por lo demás, podría hacer una vida normal. Pero a los pocos días comenzaron los problemas, mi lesión era en un brazo, cosa que no me impedía andar, pero el que me vieran paseando por la calle me daba mucho reparo, por lo que decidí salir a pasear solo por las noches. Se me invitó a una comida familiar, y no fui, (y si cualquiera me ve sentado en un restaurante comiendo) pensé, en casa llegaron a  preguntarme desde cuando era zurdo, por que el golpe fue en el hombro izquierdo. Un día pensé: (que mala suerte el no haberme roto el brazo, brazo roto escayola puesta y listo, quien va a dudar de una escayola) luego pensé, (y que tal un corte, un buen tajo con sus puntos de sutura, de eso nadie duda, esta claro unos puntos ganan a una escayola). Cada día me estaba volviendo mas y mas loco, incluso deje de afeitarme, quería que en la empresa me vieran distinto el día que le llevaba el parte de baja. Por cierto yo quería curar cuanto antes, pero mi empresa me quiere mas que yo mismo, ellos si que querían que curara rápido, cosa que mis conocidos y familiares no, cada vez que le cuento a alguien que estoy de baja siempre me dicen lo mismo, "pues sin prisa, tu cúrate bien y estira la baja lo mas que puedas, a ti cuando te toque la zona el medico grita", estas palabras en vez de animarme me preocupan, de verdad la gente piensa que la mayoría de las bajas son fingidas, pues a mi el hombro me duele a rabiar. Ayer me volví loco del todo, decidí irme a tomar algo a una terraza, de repente perdí el miedo a que me vieran o dudaran de mi dolencia, la ultima vez me escondí en la mesa mas oculta del bar para tomarme la medicación con un café, pero ayer fue distinto, me senté en primera línea de terraza y me tome una tónica, y si me ve alguien, pues que me salude, que yo siempre salude con la derecha. Por cierto mañana me voy a afeitar ya que me han dicho que voy ha estar otros quince días de baja, y los pasaré en casa no en una isla como un naufrago. Se acabó, no pienso volver a sentirme culpable por estar de baja medica, la maquina me dio un golpe a mi, no yo a la maquina y el medico me lo dijo bien claro "haga vida normal" y yo normalmente nunca me escondo.