"Soy yo, me han parado los charlys, la burra no se puede mover hasta que pase la rasqueta, estoy a 87 chapas, pero si limpian pronto a 13 kilos llego en hora, por cierto, me falla la pitufa, si ves alguna cajita avísame por baja, ok gracias, buen final".*
Esta conversación por teléfono la oi hace unas semanas en un área de descanso del País Vasco, pero vayamos al principio. Decían que ya casi no iba a nevar mas este año, pero esa madrugada cayo la mayor nevada que he visto en mucho tiempo, es por este motivo que decido refugiarme en un área de descanso, que mejor que un café bien caliente mientras las rasquetas (quitanieves) limpian la carretera. Es allí donde conozco a Patxi, era un hombre que nada mas entrar ya llamo la atención por su vestimenta, de las 40 +/- personas que estábamos allí, el era el único que llevaba un traje lleno de bandas plateadas, de esas que brillan con la luz. Eran pocas las sillas que quedaban libres, pero el decidió sentarse en una que estaba a mi izq, una vez sentado fue cuando realizo la llamada por baja (teléfono) para informar que aun le faltaban 87 chapas (km) y que los haría a 13 kilos (130 km/h), y fue cuando acabo la llamada y vio mi cara de no entender nada de nada, cuando me dijo sonriendo, soy rutero, en resumen, continuo, que el periódico que te lees por la mañana temprano, lo llevo yo en la burra (furgoneta) conduciendo toda la noche, y como yo somos muchos por todo el país moviendo todo tipo de cosas, sobre todo paquetería, pero alguna vez ya me tiene tocado llevar algún animalito pequeño. Cuando adelantamos a un turismo, siguió hablando después de darle un sorbo a su café, siempre piensan lo mismo, estos están locos, pues no, lo que tenemos es prisa, mucha prisa, sabias que si nos pillan los charlys (trafico) nos multan, pero si llegamos fuera de la hora marcada, la empresa también nos multa, y sabias que las burras llevan GPS que controlan para si paras a mear, por poner un ejemplo. Perdón que hable tanto, pero en 13 horas casi no hablo con nadie, quitando algún compañero, y por supuesto los de casa, que muchos días se quedan despiertos para poderme llamar y distraerme un poco, el peor riesgo de este trabajo no es la carretera, es la cabeza, como tengas malos pensamientos te puedes volver loco. Mientras me contaba esto ultimo recordé lo que me dijo alguien un día: "la gente últimamente esta muy sola y a la mínima necesita desahogarse con alguien y si es un extraño mejor, el nunca te juzgara". Durante unos 20 minutos Patxi no dejo de hablar, me contó que llevaba poco en esto, que los veteranos aun lo veían como un intruso, que la crisis lo llevo de comercial a pisapedales, (así llaman algunos a los que están comenzando en el furgón), incluso había gente que a los rebotados de otros oficios les tenían un respeto que rozaba el miedo, un miedo al no se que, que les hacia estar siempre a la defensiva con ellos, y es por ese miedo que no faltaba el día que les recuerden que no son nadie, que pertenecen al mundo de los invisibles, como el reponedor de supermercado o el que limpia las calles, entre otros muchos. Hubo un momento que le interrumpí para hacerle una pregunta, ¿has pensado en dejarlo?, por supuesto, contesto, cada mañana pienso que esa era mi ultima noche, pero a la tarde todo vuelve a comenzar. Cuando firmas, siguió diciendo, firmas un contrato que es como una orden de alejamiento de la sociedad, tu crees que alguien me va a llamar a las 3 de la madrugada para hacerte una entrevista, por que por el día yo necesito dormir, por llamar no me molestan ni los de movistar, me estaba contando esto ya entre risas, cuando alguien desde la puerta del local grito: "todo limpio, podemos seguir viaje". Patxi se levanto de los primeros, nos estrechamos la mano y mientras se iba me dijo con una media sonrisa en la boca, "y que no nos falte esto compañero, y que no nos falte. Buena ruta y mejor descanso".
*Gracias a Tere de la ruta Ourense-Madrid por los datos de la jerga en ruta.
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