La prueba

Después de siete cervezas comenzó la discusión, Juan decía que no, Manu decía que si, y estaba dispuesto a demostrarlo, por lo que cogieron la bolsa y salieron a la calle. Una vez fuera del bar pararon al primer coche que paso por la zona, y cuando ya estaba detenido le mandaran al conductor que bajara la ventanilla. Danos la cartera, chillo Manu mientras lo apuntaba a la cabeza con una pistola, el conductor obedeció al a primera, y una vez entregada Manu le mando que se fuera de allí. Aun no se habían casi puesto en marcha dirección al bar y ya no se veían las luces traseras del coche, el tío se había ido a toda prisa del lugar. Ya de vuelta en el bar pidieron otra ronda y se volvieron a sentar en una de las mesas del fondo. Una vez sentados, Manu con una gran sonrisa, una de esas que se dice de ganador, le dijo a su acompañante y perdedor a la vez: "ves como parece de verdad".